Sin categoría

19 días…

 El calendario dice que han pasado 3 semanas de nuestro encuentro en Valladolid.

A mí me ocurre una cosa curiosa, en ciertos momentos parece que hace mucho más. Le echo de menos como si hiciera meses que no le veo. Pero, por otro lado, le tengo muy presente.

No me resulta complicado volver a recordar muchos de los momentos que compartimos. De instantes únicos que marcaron diferencias respecto a otras veces.

Pero no me quedo solo con el recuerdo, es que una sensación muy parecida vuelve a recorrerme.

Los abrazos, las miradas, nuestras manos que no podían soltarse.

Todo eso sigue tan presente que podría decir que perfectamente le había visto ayer.

Sí, la parte más activa también está ahí. No vamos a negar que fue tremendamente satisfactoria. Que de nuevo la evidente conexión que hay entre nosotros hizo presencia y que no hicieron falta muchas palabras para sentir que todo estaba bien.

Pero que queréis que os diga, lo activo, aunque importante, me parece tan básico cuando existe todo lo demás, que no me merece la pena profundizar en ello. (Lo siento por los que vengáis buscando morbo y calor).

¿Tengo necesidad de compartir que me hace feliz? No, realmente no. Él lo sabe y yo lo sé.

Pero creo que como en mi espacio siempre he tratado de plasmar realidades, si en este momento me encuentro rodeada de más luces que sombras, me parece lo justo compartirlo. Y si él, es quien las provoca, no hay mejor motivación para hacerlo.

Es tan bonito llegar a sentir lo que se crea con un vínculo de este tipo, tan especial e intenso que, todo lo que ocurre para conseguirlo, se queda en una carpeta muy apartada. Y es bueno detenerse y mirarla de vez en cuando y valorar todo lo que ha sucedido hasta llegar a eso, y agradecer la suerte de haberse cruzado alguna vez en el camino.

Deja un comentario