Sin categoría

Ilustrísima Doña.

Como no hay dos sin tres, voy con la última parte de mi regreso a la “socialización Bedesemera” y lo que ha dado de sí, al menos hasta el momento.

Recuperar viejos contactos, charlas agradables y conocer nuevas personas.

El resumen positivo de mi vuelta a los cyber mundos podría ser así.

Pero, ¿No vamos a quedarnos solo con eso, no?

Es agradable descubrir que no todo es negativo en redes sociales o chats. Al final, tenemos que tener claro que es donde solemos encontrarnos y damos pie a las primeras charlas. A falta del café y de quien sabe que más.

Aunque sea triste que nos sorprendan las buenas formas, ese “coqueteo” sano y ese interés que se va forjando día a día, la verdad es que en contadas ocasiones ocurre.

Y cuando lo hace, resulta muy placentero.

Al regresar al mundo cibernético, lo he hecho con cierta pereza, siendo consciente de todo lo malo que me iba a encontrar. Pero también con las ganas de renovar esa sensación de cerrazón que me llevaba acompañando tanto tiempo.

Así que descubrir a esa gente positiva, me ha servido, de alguna manera, para ser más consciente aún de cuanto disfruto de esto y de todo lo que genera.

Esas primeras confidencias, algunas que suben un poco el tono. Las primeras tiraditas de cuerda, ver como son bien recibidas y respondidas. Esa complicidad que se crea poco a poco, sin que la sensación de prisa gratuita invada todas las conversaciones.

Esos buenos días que empiezan a llegar sin pedirlos, y esas bromas que ya pertenecen a un día a día donde se comparte una complicidad.

Las conversaciones que pueden ir más allá de lo que nos une, porque no todo es BDSM. Que te hacen sentir cómoda y sin la necesidad de interpretar un papel para el que muchas veces no tienes ganas.

La tranquilidad de poder mostrar cualquier faceta de tu día a día, sabiendo que va a ser entendida y que no habrá un reproche porque bajes el nivel.

Esas ganas de querer seguir conociéndose, simplemente por el placer que supone hacerlo, aunque no vaya a llevar a nada más. 

En mi blog he hablado mucho de la cara negativa de las redes, de los chats y páginas que solemos frecuentar y pocas, quizás porque llegan a ser pequeños tesoros, de cuanto bueno alcanza a haber.

Todas mis relaciones han surgido “cyberneticamente” hablando. Por un chat, un foro, un grupo en alguna app… Y siempre he estado muy orgullosa de lo que se ha llegado a crear y compartir.

Así que en esta nueva etapa estoy disfrutando muchísimo de esos pequeños detalles que quien sabe, si con el tiempo, llegan a ser grandes realidades.

De momento, sé que tengo algún café o infusión pendiente. Y me apetece mucho tomármelo.

3 respuestas a “Ilustrísima Doña.

Deja un comentario